Siento que los labios son solo una compuerta a ese paraíso que tú llamas sonrisa.
Anya Mad.
Siento que los labios son solo una compuerta a ese paraíso que tú llamas sonrisa.
Anya Mad.
Tratamos de mantener nuestras pulsaciones acorde de nuestras emociones. No lo podíamos evitar. Cada vez que cerrabamos los ojos; sentíamos que el mundo a nuestros pies se inmovilizaba, dejando todo congelado en la faz de la tierra. Solo quería a este hombre para mi, era incapaz de compartirlo. ¿Cómo sería posible que otra persona gozara de su compañía, si yo era la única que la merecía? Sonaba egoísta, lo sé, no lo podía evitar. ¿Quién en su sano juicio lo dejaría ir? Yo no.
Cada vez que nos veíamos era una nueva oportunidad para decirle que lo amaba. Para demostrarle que lo amaba. Muchas veces ironizabamos nuestros actos; pareciendo malcriados, niños, juguetones. En fin, haciendo de nuestros encuentros más divertidos. A él le gustaba mi forma de que en cualquier momento, le dijera un millón de versos para al final solo decirle: Te amo. Se me daba bien el demostrarle mi amor a través de las palabras, si bien no era Quetzal Noah, era una mujer; loca y desesperadamente enamorada de ese hombre, y eso bastaba para convertirme en la persona más romántica para él. A mi me gustaba su forma de pensar. Su capacidad de transportarme en un sólo segundo a lugares inimaginables: a carreteras inhóspitas a mitad de la obscuridad de la noche. A valles encantados con un millón de luciérnagas y grillos que sólo cantaban para nosotros. A espacios lejanos, hechos solo para los dos, en los que podíamos observar las infinitas estrellas y astros que se desplegaban. A su habitación, escuchando musica hasta tarde y quedándonos dormidos entre nuestros brazos enredados.
Sólo me cabe decir hoy en día, que si no fuera por este hombre, yo estaría muerta, pero muerta en vida. Puesto que seria una jodida ánima caminando por las calles desoladas de mi corazón. Él lo animó, le dio vida, luz, y un nuevo hogar en el cuál vivir, puesto que en él, encontré mi lugar, mi amor, mi paz.
-Anya Mad.